LA ESPERA ME AGOTÓ
En función de la experiencia y las conclusiones abordadas en la actividad realizada en la zona del Estadio Kempes, fue que detectamos la necesidad de hacer un
relevamiento de las condiciones objetivas y perceptuales en las que se encontraban las paradas del transporte urbano de pasajeros de nuestra ciudad, pues es un espacio de espera -muchas veces prolongada- donde hay una alta exposición a las diferentes formas de violencia urbana.
Se trabajó con la hipótesis de que las condiciones físicas-espaciales-objetivas, pueden colaborar a prevenir, disminuir y , en el peor de los casos, resolver dicha exposición, antes de que se conviertan, netamente, en delito o crimen, como fue el caso de la mujer abusada en la bajada del colectivo, que dio inicio a esta serie de actividades, reflexiones y discusiones.
La actividad constó de relevar todas las paradas de colectivo desde el inicio al final del recorrido, de dos de las líneas más abarcativas de nuestra ciudad.
Se tomó una que atraviesa el eje norte/sur de la ciudad, y otra que abarca el eje este/oeste, para poder dar cuenta del estado de situación de los cuatro cuadrantes y cuál es la relación de las condiciones de las paradas con el área de la ciudad en la que se encuentran y la proximidad o lejanía al el centro urbano que concentra, tanto, servicios y equipamientos, como recursos y flujo de gente.
Las conclusiones fueron que
a medida que se alejaban del centro urbano, las condiciones de las paradas iban decayendo abruptamente, hasta, directamente, desaparecer. En la mayoría de los barrios, incluso los pericentrales, las paradas de transporte urbano no existen,
como mucho, se encuentran referenciadas con algún cartel pequeño o esténcil, sobre un poste de alumbrado público, o similar. Esta problemática, nos llevó a la necesidad de proyectar y presentar ante organismos y autoridades municipales, lo que consideraríamos una parada “ideal” en términos de seguridad, protección climática y que contemple diferentes situaciones de carga y movilidad de los pasajeros. La intención de estas paradas modélicas, era la de visibilizar cómo elementos concretos de equipamiento urbano -como ser techos, asientos, iluminación, conexión con la seguridad ciudadana, señalética, etc.- nos permiten, desde lo objetivo, prevenir, disminuir y aliviar la exposición a eventos violentos, y desde los subjetivo, la espera del transporte urbano en un ambiente preparado para ello, genera una percepción de seguridad y comunidad que ayuda y fomenta a que las mujeres transiten y vivan la ciudad con mayor tranquilidad y frecuencia.