El año 2020 estuvo atravesado por la pandemia del COVID-19  y sus consecuencias, no sólo económicas y sociales, sino también en relación al uso de nuestras ciudades marcadas por las premisas de distanciamiento social y cuidado sanitario.

El regreso paulatino a las diversas actividades luego del Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio, implicó que los espacios urbanos fueran adaptados a ser transitados y utilizados de una manera diferente a la que estábamos acostumbrados: el distanciamiento social sugería una restricción del contacto físico y un distanciamiento mínimo de 1,50 metros entre personas.

Desde Juntas propusimos una serie de medidas urbanas a ser tenidas en cuenta para la progresiva incorporación de la ciudadanía al uso de los espacios públicos teniendo como objetivo la incorporación de servicios y equipamientos específicos para soluciones sanitarias y la planificación y promoción de sistemas de movilidad que permitan mantener el distanciamiento físico y sean seguros y sustentables en sus recorridos, diferenciando o agudizando las propuestas en función de la diversidad de situaciones barriales.

Estas medidas se ordenaron en función de cuatro ejes:

• Equipamientos públicos sanitarios: La correcta higiene es estructural para prevenir la transmisión del virus en la sociedad. Proponemos proveer de equipamientos urbano-sanitarios que faciliten el acceso a elementos e infraestructura sanitaria a toda la comunidad teniendo en cuenta que la vida urbana implica traslados y varias horas de estadía en el exterior de las residencias. Además, muchas viviendas no cuentan con servicios básicos que permitan la higienización frecuente.
• Equipamientos urbanos y servicios: La necesidad de mantener un distanciamiento social implica también evitar largos traslados. Es necesario incentivar el abastecimiento de servicios básicos dentro del radio de proximidad de la vivienda.
• Movilidad segura y sustentable: reformular la manera en que la ciudadanía se desplaza para impedir aglomeraciones en transportes públicos y la congestión de tráfico por el uso del automóvil particular e incentivar de manera la utilización de otros sistemas de movilidad sustentables.
• Señalética urbana: Teniendo en cuenta la diversidad de normas e información que circula, es necesario que exista un lenguaje común que explicite ciertas medidas a acatar por la ciudadanía, para facilitar la interpretación y puesta en práctica.

Para conocer sobre las diferentes acciones que propusimos para cada eje te invitamos a leer el documento completo (dale click acá).